Cuando los beneficios funcionales por ejemplo duración, sabor, calidad, cobertura, tiempo de entrega o garantía son muy similares a los de los competidores, no existe una diferencia evidente para seleccionar un producto frente a otro más allá del precio.
Sin embargo, la cercanía y familiaridad que inspire una marca con sus clientes actuales o potenciales- puede inclinar la balanza y generar preferencia por encima de otras variables como el precio o el desempeño.
¿Qué es humanizar una marca?
En términos sencillos, es proyectar una imagen amable y de cercanía, generando confianza y credibilidad. Es pasar de ver las personas como clientes a verlas como amigos, como miembros de una comunidad.
Para qué la humanización
Hace menos vulnerable la marca, la diferencia de la competencia y da una razón de preferencia. En igualdad de condiciones, preferiremos las marcas con las que nos sentimos más cómodos, cercanos y comprendidos. Preferimos hacer negocios con personas y marcas en las que confiamos. Así de simple.
Cómo humanizar una marca
Lograr la humanización de una marca dependerá en gran medida del posicionamiento con que cuenta. El punto de partida determinará que tan lejos o cerca se encuentra de ajustar su imagen. Como cualquier reposicionamiento, toma tiempo y consistencia.
Algunas ideas para humanizar una marca:
Entablar diálogo. La humanización se trata de conversar, de compartir y participar activamente con los amigos-clientes.
Tono amable. La forma de comunicarse, el tono de la comunicación y el lenguaje a utilizar debe ser propio de una conversación con amigos. Sin misterios o palabras rebuscadas.
Reflejarlo en la publicidad. Las imágenes reflejan la personalidad de las marcas. Incluya personas disfrutando del servicio o compartiendo el producto. Fotografías de los funcionarios de servicio a cliente.
Participar en las redes sociales. Espacio para compartir y genera cercanía por naturaleza. Participe, opine, muestre su lado humano.
Todo construye posicionamiento. Aunque la publicidad tiene un gran impacto en la forma como quiere ser percibido, de nada servirá transmitir un mensaje de amabilidad mientras la experiencia real en el punto de venta, oficina o atención telefónica es todo lo contrario. Sea coherente en todos los puntos de contacto.
Sea genuino. Esto se trata de ser, no de parecer. Si la personalidad de la marca no es genuina, veraz y transparente, difícilmente construirá una estrecha relación con sus consumidores.
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